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Hígado graso en perros

Si quieres saber la importancia del hígado graso en perros, te proponemos que continúes leyendo el artículo que te hemos preparado.

I. Introducción

II. ¿Qué es la enfermedad del hígado graso en perros?

III. Causas de la enfermedad del hígado graso en perros

IV. Síntomas

V. Diagnóstico de la enfermedad del hígado graso en perros

VI. Tratamiento para perros con enfermedad del hígado graso

VII. Prevención de la enfermedad del hígado graso en perros

VIII. Conclusiones

I. Introducción

El hígado graso en perros de una enfermedad muy a tener en cuenta en nuestros perros. Es un trastorno metabólico que puede afectar a nuestros compañeros caninos. En este artículo, exploraremos las causas, los síntomas y tratamientos para manejar y prevenir la enfermedad del hígado graso en perros.

II. ¿Qué es la enfermedad del hígado graso en perros?

La enfermedad del hígado graso, o lipidosis hepática, es una condición metabólica en la cual se produce una acumulación excesiva de lípidos o grasas en las células del hígado. En etapas iniciales puede no causar síntomas evidentes y pasar desapercibida. Sin embargo, a medida que la condición progresa el hígado se inflama. Esto hace que  su función se deteriore, lo que puede llevar a una serie de problemas:

  1. Disfunción hepática

    La acumulación de grasa interfiere con el funcionamiento normal del hígado. Puede dificultar la síntesis de proteínas y la producción de enzimas y de hormonas. También se afecta la metabolización de grasas y carbohidratos. Esto dificulta al hígado desempeñar sus funciones esenciales.

  2. Inflamación del hígado:

    La presencia de grasa en el hígado puede desencadenar una respuesta inflamatoria. Esto puede llevar a la hepatitis.  La inflamación crónica puede dar enfermedades hepáticas más graves.

  3. Disminución de la capacidad de desintoxicación:

    El hígado es responsable de desintoxicar el organismo.  Elimina sustancias nocivas y metaboliza medicamentos y toxinas. Con la enfermedad del hígado graso, la capacidad del hígado para realizar esta función se ve comprometida. La consecuencia es la acumulación de toxinas y una mayor sensibilidad a los medicamentos.

  4. Alteraciones en el metabolismo de los lípidos:

    La acumulación de grasa en el hígado puede alterar el metabolismo de los lípidos en el organismo. Esto puede llevar a un desequilibrio en los niveles de colesterol y triglicéridos. Esto aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares y otras complicaciones relacionadas.

III. Causas de la enfermedad del hígado graso en perros

Existen varias causas que pueden contribuir al desarrollo de la enfermedad del hígado graso, entre ellas:

  1. Dieta desequilibrada y rica en grasas:

    Una alimentación inadecuada es uno de los principales factores de riesgo. Una dieta alta en grasas puede sobrecargar el hígado.  Las más perjudiciales son las saturadas y trans. Se dificulta su capacidad para metabolizar y procesar adecuadamente las grasas. El consumo excesivo de alimentos procesados, golosinas y restos de comida humana puede ser perjudicial para la salud hepática de los perros.

  2. Obesidad y sobrepeso:

    El exceso de peso es otro factor de riesgo importante. Los perros con sobrepeso u obesidad tienen un mayor riesgo de acumulación de grasa en el hígado. Esto es debido al aumento de la ingesta de calorías y a una mayor predisposición a la resistencia a la insulina. La obesidad puede contribuir a cambios metabólicos y desequilibrios en el metabolismo de las grasas, lo que aumenta el riesgo de desarrollar esteatosis hepática.

  3. Enfermedades metabólicas y endocrinas:

    La diabetes mellitus, la enfermedad de Cushing y el hipotiroidismo, pueden aumentar el riesgo de desarrollar enfermedad del hígado graso en los perros. Estas condiciones pueden alterar el metabolismo normal de las grasas y los carbohidratos, lo que afecta la función hepática y puede llevar a la acumulación de grasa en el hígado.

  4. Ayuno prolongado o desnutrición:

    El ayuno prolongado o la falta de alimentación adecuada pueden ser un factor de riesgo para el desarrollo de la enfermedad del hígado graso en los perros. Cuando un perro pasa períodos prolongados sin comer, el hígado moviliza sus reservas de grasa para obtener energía. Si el ayuno se prolonga demasiado o si no se proporciona una nutrición adecuada después del ayuno, puede producirse una acumulación excesiva de grasa en el hígado.

  5. Medicamentos y toxinas:

    Algunos medicamentos, como los corticosteroides, y la exposición a ciertas toxinas y sustancias químicas pueden aumentar el riesgo de desarrollar enfermedad del hígado graso en los perros. Estos compuestos pueden interferir con la función normal del hígado y afectar su capacidad para metabolizar las grasas adecuadamente.

    La obesidad predispone al hígado graso en perros

IV. Síntomas

La enfermedad del hígado graso en los perros puede ser una condición silenciosa en sus etapas iniciales, pero a medida que avanza, pueden aparecer una serie de signos y síntomas que pueden indicar su presencia. Es importante estar atento a estos signos y buscar atención veterinaria si se observan. A continuación, se enumeran algunos de los signos y síntomas comunes asociados con la enfermedad del hígado graso:

  1. Pérdida de apetito:

    Uno de los signos iniciales de la enfermedad del hígado graso en los perros puede ser la disminución del apetito. El perro puede mostrar menos interés en la comida o comer cantidades reducidas de alimento.

  2. Pérdida de peso:

    A medida que la enfermedad del hígado graso avanza, puede producirse una pérdida de peso no intencional en el perro. Esto puede ser el resultado de la disminución del apetito, el metabolismo alterado y la disfunción hepática.

  3. Letargo y debilidad:

    Los perros con enfermedad del hígado graso pueden mostrar un aumento en la fatiga, letargo y debilidad general. Pueden tener menos energía y estar menos activos de lo habitual.

  4. Vómitos y diarrea:

    La enfermedad del hígado graso puede afectar la capacidad del hígado para producir bilis y secretarla en el sistema digestivo. Esto puede llevar a problemas digestivos como vómitos y diarrea. Estos síntomas pueden variar en gravedad.

  5. Ictericia:

    En casos más avanzados, puede aparecer ictericia, que se caracteriza por la coloración amarillenta de las mucosas, como las encías y el blanco de los ojos. Esto ocurre debido a la acumulación de bilirrubina en el organismo como resultado de la disfunción hepática.

  6. Aumento de la sed y la micción:

    La enfermedad del hígado graso puede afectar la capacidad del hígado para regular el equilibrio de líquidos en el cuerpo. Como resultado, el perro puede mostrar un aumento en la sed y en la frecuencia de micción.

Es importante tener en cuenta que estos signos y síntomas no son exclusivos de la enfermedad del hígado graso y pueden estar presentes en otras afecciones.

 

V. Diagnóstico de la enfermedad del hígado graso en perros

El diagnóstico preciso de la enfermedad del hígado graso en los perros requiere una evaluación exhaustiva que puede incluir varias pruebas y procedimientos. Los siguientes son los métodos de diagnóstico más comunes utilizados para identificarla:

  1. Historial clínico y examen físico:

    El veterinario comenzará recopilando información sobre los signos y síntomas que ha observado en tu perro, así como cualquier cambio en el apetito, el comportamiento o la actividad. Luego, realizará un examen físico completo para evaluar la condición general de tu perro, incluyendo la palpación del abdomen para detectar cualquier anormalidad en el tamaño o textura del hígado.

  2. Análisis de sangre:

    Los análisis de sangre son una herramienta importante en el diagnóstico de la enfermedad del hígado graso. Se pueden realizar varios análisis para evaluar la función hepática y detectar posibles anormalidades. Estos análisis pueden incluir:

    1. Perfil hepático:

      Un perfil hepático evalúa las enzimas hepáticas, como la alanina aminotransferasa (ALT) y la aspartato aminotransferasa (AST), que pueden estar elevadas en presencia de enfermedad hepática.

    2. Perfil de coagulación:

      La enfermedad del hígado graso puede afectar la capacidad del hígado para sintetizar adecuadamente las proteínas necesarias para la coagulación sanguínea. Un perfil de coagulación puede evaluar el tiempo de protrombina (TP) y el tiempo de tromboplastina parcial activada (TTPA) para determinar si hay una disfunción de la coagulación asociada con el hígado.

    3. Perfil bioquímico completo:

      Un perfil bioquímico completo proporciona una visión general del estado de salud del perro, incluyendo los niveles de glucosa, colesterol y triglicéridos, que pueden estar alterados en caso de enfermedad del hígado graso.

En nuestra clínica  Animal24 disponemos de laboratorio propio donde poder realizar estas pruebas de analítica sanguínea.

  1. Ecografía:

    Los ultrasonidos son una herramienta de diagnóstico no invasiva y muy útil para evaluar la salud y estructura del hígado. Mediante el uso de ondas sonoras, se obtienen imágenes detalladas del hígado y otros órganos abdominales. Los ultrasonidos pueden ayudar a identificar cambios en la textura hepática, tamaño, contornos irregulares y acumulación de grasa.

  2. Biopsia hepática:

    En algunos casos, puede ser necesario realizar una biopsia hepática. Ésta puede confirmar el diagnóstico de enfermedad del hígado graso y descartar otras enfermedades hepáticas. Durante una biopsia, se extrae una pequeña muestra de tejido hepático y se examina bajo el microscopio. Así se evalúa la presencia de grasa y cualquier otro cambio patológico.

Es importante destacar que el diagnóstico de la enfermedad del hígado graso en los perros es un proceso complejo que requiere una evaluación integral.

VI. Tratamiento para perros con enfermedad del hígado graso

El uso de medicamentos y suplementos puede ser parte integral del tratamiento para mejorar la función hepática en perros con enfermedad del hígado graso. Estos pueden ser utilizados en combinación con cambios en la dieta y otras estrategias de manejo para ayudar a reducir la acumulación de grasa en el hígado y promover la salud hepática. A continuación, se describen algunos suplementos y medicamentos comunes utilizados para este propósito:

Antioxidantes:

Los antioxidantes, como la vitamina E y la vitamina C, mejoran la función hepática y reducen la inflamación en perros con hígado graso. Protegen las células hepáticas del estrés oxidativo, que agrava el daño hepático. Es importante usar suplementos antioxidantes bajo supervisión veterinaria debido a las variaciones en dosis y duración del tratamiento según las necesidades individuales del perro.

Ácidos grasos omega-3:

Los ácidos grasos omega-3, como el EPA y el DHA, tienen propiedades antiinflamatorias que reducen la inflamación en el hígado. Se encuentran en fuentes de pescado, como el aceite de salmón, y se pueden tomar como suplementos. Además de mejorar la salud hepática, benefician la piel y el pelaje en perros con hígado graso.

S-adenosilmetionina (SAMe):

La SAMe, compuesto natural clave para la salud hepática, posee propiedades antioxidantes y antiinflamatorias. Ayuda a mejorar la función hepática y favorece la regeneración de células dañadas. La administración de SAMe debe ser supervisada por un veterinario, adaptando dosis y duración del tratamiento a las necesidades individuales del perro.

Medicamentos hepatoprotectores:

En casos específicos, se pueden recetar medicamentos hepatoprotectores para mejorar la función hepática en perros con hígado graso. Ejemplos de estos medicamentos son la silimarina (como Hepatosil) y el ácido ursodesoxicólico, que cuentan con propiedades antioxidantes y antiinflamatorias para proteger las células hepáticas y estimular su regeneración. La prescripción y el uso de estos medicamentos deben ser realizados bajo supervisión veterinaria.

La alimentación adecuada desempeña un papel crucial en el manejo de la enfermedad del hígado graso en perros. Por tanto, recomendamos una dieta equilibrada, especialmente formulada para perros con enfermedad hepática. Se deben evitar alimentos ricos en grasas y carbohidratos refinados. También se deben tener en cuenta porciones adecuadas y frecuentes comidas. Trabajar junto con un nutricionista veterinario puede ayudar a diseñar un plan dietético específico para cada perro.

VII. Prevención de la enfermedad del hígado graso en perros

Prevenir la enfermedad del hígado graso en perros implica adoptar medidas preventivas clave. Estas incluyen:

    1. Proporcionar una dieta equilibrada y controlar el peso para evitar el sobrepeso y la obesidad, que son factores de riesgo importantes.
    2. Evitar alimentos ricos en grasas y carbohidratos refinados, así como los alimentos procesados y las golosinas comerciales altas en grasas.
    3. Fomentar la actividad física regular para mantener un peso saludable y un metabolismo adecuado.
    4. Realizar visitas veterinarias periódicas para evaluar la salud general del perro. En ellas se realizarán análisis de sangre para detectar cualquier anomalía en la función hepática.
    5. Tener presente la importancia de una alimentación adecuada, el control del peso y la actividad física regular.